El 18 de abril se dio inicio, en el Colegio Holy Cross, al curso “Educación en el Amor Sólido” con un taller dictado por el psicólogo Arturo Clariá y su madre, Josefina.
Durante 5 horas los participantes realizaron actividades destinadas a la relajación, el encuentro con uno mismo y con el otro. Para lograrlo los profesionales apelaron a juegos, lecturas y canciones de artistas como Cold Play, Drexler y Carlos Varela. El objetivo fue lograr que los jóvenes se olvidaran de lo que pasaba fuera del evento, se reconectaran consigo mismos y redescubrieran su lado lúdico, olvidándose por un rato de lo intelectivo. Una vez dadas estas condiciones fue posible abarcar la temática del amor creativo y del esfuerzo que implica ir en contra de lo “superfluo y de la idiotez colectiva.” También se recalcó la importancia de las pequeñeces que afectan la vida, como las miradas que dicen todo, las palabras que lo esconden todo, la verdad que lo esconde todo y la necesidad que tenemos unos de otros.
Para sorpresa y nostalgia de los presentes, se recurrió al famoso “juego del paquete” que permitió hacer una especie de conclusión de la jornada y practicar la paciencia. ¿El regalo? Una gota sólida en representación del amor sólido, objetivo y anhelo del grupo, difícil pero asible de conseguir. De esta forma la gota lo representa de forma muy clara: solidificar nuestras relaciones liquidas, de un modo más creativo y desde lo pequeño.
Juegos, canciones, lecturas, momentos de silencio, charlas y risas. Nada le faltó al taller para ser más dinámico y para darle un gran arranque a este Curso, que permitirá que el sueño de una Cultura del Amor Sólido sea cada vez más factible.
Durante 5 horas los participantes realizaron actividades destinadas a la relajación, el encuentro con uno mismo y con el otro. Para lograrlo los profesionales apelaron a juegos, lecturas y canciones de artistas como Cold Play, Drexler y Carlos Varela. El objetivo fue lograr que los jóvenes se olvidaran de lo que pasaba fuera del evento, se reconectaran consigo mismos y redescubrieran su lado lúdico, olvidándose por un rato de lo intelectivo. Una vez dadas estas condiciones fue posible abarcar la temática del amor creativo y del esfuerzo que implica ir en contra de lo “superfluo y de la idiotez colectiva.” También se recalcó la importancia de las pequeñeces que afectan la vida, como las miradas que dicen todo, las palabras que lo esconden todo, la verdad que lo esconde todo y la necesidad que tenemos unos de otros.
Para sorpresa y nostalgia de los presentes, se recurrió al famoso “juego del paquete” que permitió hacer una especie de conclusión de la jornada y practicar la paciencia. ¿El regalo? Una gota sólida en representación del amor sólido, objetivo y anhelo del grupo, difícil pero asible de conseguir. De esta forma la gota lo representa de forma muy clara: solidificar nuestras relaciones liquidas, de un modo más creativo y desde lo pequeño.
Juegos, canciones, lecturas, momentos de silencio, charlas y risas. Nada le faltó al taller para ser más dinámico y para darle un gran arranque a este Curso, que permitirá que el sueño de una Cultura del Amor Sólido sea cada vez más factible.
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